Reduciendo la Brecha digital
Surgida en el contexto de la pandemia gracias al impulso solidario de un empleado de Prosegur, nuestra iniciativa dirigida a dar una segunda vida a los ordenadores en desuso de la Compañía sigue consolidándose en España y en Latinoamérica, con foco en la educación.

Así, son los voluntarios del área de IT de Prosegur quienes identifican los dispositivos y los reacondicionan para que podamos entregarlos a aquellos colectivos que los necesitan para formarse o acceder a un empleo. Todo ello, mediante una donación transparente y con trazabilidad.
Un proyecto de enfoque circular que apuesta por reducir la brecha de acceso a la tecnología que sufren amplios sectores de la población, y por una gestión más eficiente y respetuosa de nuestros recursos.
Desde su arranque, ya son más de 1.875 los ordenadores entregados, que han llegado a manos de estudiantes vulnerables de las escuelas Piecitos Colorados y otras de su radio de acción; a centros educativos de Uruguay en colaboración con la Administración Nacional de Educación Pública; a usuarios de Centros de Integración Social; a entidades enfocadas a la formación de personas con discapacidad intelectual, y a fundaciones partner que trabajan por la Educación y la Cooperación al Desarrollo.
Desprender para transcender
Además, seguimos sumando aliados, para visibilizar el compromiso social de Prosegur en nuevos entornos.
Destaca el caso de Perú, donde hemos realizado donaciones a la Beneficencia de Lima (una de las mayores instituciones sociales de la capital) o a Uayki, entidad centrada en la conectividad de las comunidades más aisladas del país.
Porque nada detiene a nuestros voluntarios Prosegur en su labor por cerrar la brecha que separa el presente del futuro digital.
Y así, por ejemplo, lo demostraron también en Colombia, transportando ordenadores hasta el colegio Río de Oro, cuyo acceso es complejo. Nuestros profesionales cargaron a mano los dispositivos y recorrieron a pie la distancia hasta la escuela.
Un esfuerzo que, sin duda, merece la pena porque la meta es generar oportunidades de desarrollo para aquellos menores que no las tienen.