La creatividad como motor de cambio
Impulsar la capacidad de crear que todos llevamos dentro, mientras ponemos en valor el patrimonio cultural de cada región. Con este ambicioso objetivo, se puso en marcha en 2017 el primer Curso de Iniciación al Arte, de la mano del Museo del Prado, con unos maestros muy especiales: 100 empleados de la Compañía transformados en educadores, que formaron a 1.500 alumnos de 31 escuelas. Las obras maestras del Museo son el vehículo utilizado por esta pionera iniciativa, aún activa en estos centros, para potenciar la imaginación y reforzar la autoestima de los niños. Dos palancas esenciales de su desarrollo, a las que hemos sumado nuevas experiencias artísticas.
¿Cómo lo hacemos?
El proyecto se articula en torno a un CURSO DE INICIACIÓN AL ARTE de cuatro sesiones en aula, consistente en proporcionar a los alumnos un viaje espacio-temporal para abrirles a nuevas sensaciones e ideas que expandan sus horizontes culturales.
Una semilla que sigue creciendo
El proyecto ha generado valor en todos los agentes implicados. A nivel didáctico, ha tenido un doble impacto formativo sobre los voluntarios y los alumnos, pero no se ha detenido ahí. La iniciativa trabaja transversalmente aspectos esenciales como la confianza, las inteligencias múltiples, la imaginación o el pensamiento crítico. Además, las escuelas han encontrado en ella un disparador para reforzar su identidad, incluyendo visitas a museos y centros de arte locales. Así, por primera vez, la mayoría de estos piecitos han pisado una pinacoteca. Una experiencia transformadora que continúa viva en las escuelas.
¡Descubre este viaje!
“La escuela abrió sus puertas al Museo del Prado y éste, a su vez, abrió otras muchas puertas, permitiendo enriquecer la vida de los alumnos. Y nosotros, junto a ellos, seguimos aprendiendo” - Voluntaria Argentina
El mágico mundo de la animación
El interés generado por el arte con este Curso, ha impulsado nuevas iniciativas en las escuelas que siguen potenciando la creatividad de los alumnos. Es el caso del proyecto en colaboración con la Asociación Civil Animando Vidas de Argentina, que vincula la expresión artística con los valores humanos y tecnología. Los estudiantes se introducen en el mundo de la animación y el stop-motion, a través de herramientas y metodologías que no suelen estar a su alcance, acortando así la brecha digital. Estos talleres vivenciales permiten desarrollar su faceta como creadores, explorar los lenguajes audiovisuales e impulsar el trabajo colaborativo dentro del aula.